Foto: de fuentes abiertas
La distancia entre socios puede crecer lenta y silenciosamente
Emocionalmente, muchas relaciones terminan mucho antes de que ocurra oficialmente. Como el proceso es gradual, al principio ni siquiera parece una ruptura. Es ese momento en que uno o ambos miembros de la pareja empiezan a alejarse, evitando admitir ante sí mismos sus propios sentimientos o la realidad. El psicólogo estadounidense Mark Travers, en su artículo para Forbes, identificó dos señales de esa «ruptura suave».
En la publicación, el autor hace referencia a un análisis publicado en el Journal of Personality and Social Psychology este año. Se señala que los investigadores observaron a miles de parejas, estudiando el nivel de satisfacción con la relación, especialmente durante el doloroso período previo a la ruptura. Como resultado, identificaron dos fases por las que pasan la mayoría de las relaciones antes de la ruptura:
- Fase pre-terminal. Durante esta fase, la satisfacción en la relación disminuye lenta y casi imperceptiblemente. Los miembros de la pareja siguen intentando solucionar las cosas, lo que explica el distanciamiento emocional con un «periodo difícil».
- Fase terminal. El declive se vuelve abrupto. La conexión emocional y la intimidad disminuyen drásticamente. Suele comenzar seis meses o dos años antes de la ruptura.
Según la psicóloga, esta «ruptura suave» se convierte en el inadvertido principio del fin de muchas relaciones. Y he aquí dos señales de que una pareja puede encontrarse ya en este estado:
- Se evita la incomodidad más que se busca la conexión. La distancia entre los miembros de la pareja aumenta lenta y silenciosamente. Desde fuera, las cosas pueden parecer normales: seguís viviendo un escenario familiar. Pero si miras más profundamente, verás que la conexión ha pasado de ser consciente a mecánica.
- Te sientes más solo con tu pareja que sin ella. La soledad en las relaciones es el resultado de la alienación emocional. Con el tiempo, es lo que rompe el vínculo, incluso si estáis físicamente juntos. En el contexto de una «ruptura suave», esta soledad puede ser apenas perceptible. Los miembros de la pareja parecen estar juntos, pero la intimidad emocional se estratifica gradualmente. Uno siente primero la distancia y se retrae, el otro refleja inconscientemente este comportamiento.
Como afirma Travers, las «rupturas suaves» no suelen empezar con una pérdida de amor, sino con el olvido: cuando los miembros de la pareja dejan de elegirse el uno al otro cada día. Pero la buena noticia es que la satisfacción puede restablecerse tan gradualmente como una vez se desvaneció, si ambos tienen la voluntad de trabajar en ello, añadió el psicólogo.
