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Aconseja a los padres que sustituyan las preguntas sobre cómo les ha ido el día en el colegio por otras más significativas que hagan hablar incluso a los niños más callados.
Para criar hijos con éxito y psicológicamente fuertes, los padres deberían dejar de preguntar a sus hijos cómo les ha ido el día en el colegio y hacerles otras preguntas. Según la CNBC, los padres se quejan a menudo de que sus hijos no les cuentan absolutamente nada de su día. La psicoterapeuta Amy Morin afirma que esta queja es la más común entre los padres. «Esperan echar un vistazo al mundo de su hijo. Pero la pregunta: «¿Qué tal el día de su hijo en el colegio?» suele conducir a una respuesta de una sola palabra», explicó.
Animó a los padres a hacer preguntas reflexivas y a animar a sus hijos a mantener conversaciones significativas.
«Al reflexionar sobre sus experiencias, los niños desarrollan habilidades como la conciencia emocional, la resolución de problemas y la empatía, además de desarrollar una mentalidad de crecimiento», subraya la terapeuta.
He aquí 7 preguntas que conducen a conversaciones productivas y ayudan a los niños a fortalecerse psicológicamente:
1. «¿Qué fue lo mejor de tu día?»
Esta pregunta anima a los niños a buscar lo positivo en su cerebro. Para los niños a los que no les gusta la escuela o tienden a pensar en el fracaso, responder a esta pregunta les ayudará a desarrollar el optimismo y la gratitud, que son factores protectores de la salud mental.
Formula la pregunta basándote en tu propia experiencia, por ejemplo «Lo mejor de mi día ha sido dar un paseo durante la pausa para comer. ¿Y tú?». A continuación, tu hijo puede compartir lo mejor de su día.
2. «¿Qué error has aprendido hoy?»
Esta pregunta normaliza los errores y fomenta la asunción de riesgos saludables. Hablar abiertamente de los errores reduce la vergüenza y ayuda a los niños a verlos como oportunidades de crecimiento.
Pregunte con un tono de curiosidad y no de juicio: «¿Ha ocurrido hoy algo que harías de forma diferente la próxima vez?». Esto puede animar al niño a decir: «Olvidé un libro en la biblioteca, así que lo pediré prestado esta noche para no olvidarlo».
3. «¿De quién te has sentido orgulloso hoy?»
Esto funciona porque desplaza la atención de tu hijo hacia los demás y desarrolla la empatía. También aprenderás más sobre las actitudes y valores de tu hijo en la escuela.
Formula la pregunta de forma más específica, como por ejemplo: «¿Has visto a alguien esforzarse mucho hoy?». El niño puede hablar de su amigo valiente o elogiarse a sí mismo: «A mi amiga se le olvidó la merienda, así que yo compartí la mía».
4. «¿Qué haría de hoy un día mejor?»
Esta pregunta ayuda a los niños a reconocer sentimientos como la frustración y la decepción sin insistir en ellos. Abre naturalmente el camino a la resolución de problemas y la planificación.
Puedes preguntar de forma lúdica, por ejemplo «Si tuvieras una varita mágica para cambiar algo hoy, ¿qué sería?». Esto puede dar lugar a ideas creativas en los niños.
5. «¿A quién has ayudado hoy?»
Haciendo preguntas como éstas, puedes animar a los niños a adoptar un comportamiento prosocial. Si preguntas con regularidad, los niños empezarán a buscar oportunidades para ayudar y las buenas acciones se convertirán en algo natural.
Pregunte por pequeños actos de contribución: «¿Cómo has ayudado hoy?». Puede que recuerden algo sencillo, como: «Ayudé al profesor a distribuir cuadernos».
6. «¿Qué ha sido lo más interesante que has aprendido hoy?»
Esto hace hincapié en la curiosidad por encima de los logros. Mostrar interés por el propio proceso de aprendizaje fomenta el aprendizaje continuo.
Anima a los niños a hablar de lo que han aprendido más allá de sus asignaturas. Pueden compartir un hecho divertido, como: «He aprendido que mi profesor sabe tocar el violín». Muestra interés y haz preguntas aclaratorias para mantener la conversación.
7. «¿Te gustaría probar cosas nuevas?»
Anima a los niños a salir de su zona de confort y les infunde valor. No tienen que ser buenos en algo para probar algo nuevo: es una experiencia de aprendizaje.
Si tu hijo duda en probar algo nuevo, anímale a experimentar preguntándole: «¿Hay alguna actividad que te interese probar una sola vez?». Es más probable que quiera probarla si sabe que no tendrá que hacerlo el resto de su vida.
