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El especialista señala que el esmalte tolera mal el ácido, los cambios bruscos de temperatura y la abrasión mecánica
El esmalte es el tejido más duro del cuerpo humano y, al mismo tiempo, uno de los más vulnerables. Aunque está formado por un 96% de minerales y es más fuerte que el hueso, su principal desventaja es que no se puede reparar. Si se pierde el esmalte, el cuerpo no es capaz de «hacerlo crecer» de nuevo, sino sólo de remineralizar parcialmente los microdaños superficiales. El dentista Vitaliy Raevsky habló de los productos que más a menudo destruyen el esmalte en su comentario a RBC-Ucrania.
¿Qué daña el esmalte dental?
El especialista señala que el esmalte tolera mal el ácido, los cambios bruscos de temperatura y la abrasión mecánica. Pero la mayoría de las veces es la alimentación la que lo daña, y no siempre es evidente. Los pacientes pueden estar seguros de que comen «sano» o «natural», pero en realidad someten regularmente sus dientes al ataque de los ácidos.
Los 5 alimentos que más dañan el esmalte
Una de las principales amenazas son los cítricos y los zumos frescos. Entre ellos están el limón, la lima y el pomelo. Debido a su pH muy bajo, ablandan literalmente el esmalte, haciéndolo susceptible a la abrasión y la caries dental.
Un peligro similar son las bebidas carbonatadas, deportivas y energéticas, que combinan ácido y un alto contenido en azúcar. Esta mezcla crea un entorno agresivo que erosiona activamente la capa protectora del diente.
El dentista añade que incluso el yogur, los batidos, la kombucha, el kéfir con bayas pueden tener un pH demasiado bajo o contener azúcar añadido, lo que provoca que el contacto prolongado con los dientes reblandezca el esmalte.
Otra categoría de riesgo son los frutos secos. Contienen muchos azúcares naturales y tienen una consistencia pegajosa, lo que les permite «adherirse» a la superficie de los dientes durante mucho tiempo. Esto crea unas condiciones ideales para las bacterias que producen ácido.
El experto también considera perjudiciales las verduras encurtidas, los productos con vinagre y el chucrut. El contacto prolongado del ácido con el esmalte contribuye a su destrucción gradual.
Según él, los estudios científicos confirman que los alimentos ácidos reducen la mineralización del esmalte y lo reblandecen. En este estado, la masticación o el cepillado normales pueden «arrancar» micropartículas de esmalte que ya no se restaurarán.
El dentista aconseja vigilar atentamente la frecuencia de consumo de estos alimentos y no cepillarse inmediatamente después de los alimentos ácidos, para no agravar el daño. Una dieta correcta, una higiene adecuada y agentes remineralizantes ayudarán a mantener el esmalte fuerte durante muchos años.
