Foto: de fuentes abiertas
Un poco de creatividad, unas cuantas cositas y tu casa se convertirá en un auténtico capullo de confort
El frío es tiempo de cacao caliente, series favoritas y calcetines de lana. Pero también es la época en la que todos nos preguntamos cómo calentar la casa sin gastarnos el sueldo.
La energía es cada vez más cara, y nadie ha anulado el deseo de vivir calentito. Por suerte, Woman&Home ha preparado 14 consejos probados sobre cómo hacer que tu casa sea más cálida sin encender los radiadores al máximo.
- Reorganiza tus muebles y hará más calor. Suena raro, pero a veces no es la temperatura lo que da frío, sino la forma en que están tus muebles. Si un sofá o un armario tapan el radiador, el calor queda atrapado. Deja al menos 30 cm de espacio entre el radiador y los muebles grandes. Y es mejor poner la cama cerca de la pared interior que de la exterior, así se enfría menos.
- La calidez está en los detalles, los textiles salvan el día. Cuadros, cojines, alfombras: no se trata sólo de estilo, sino de una capa extra de calidez. Crea un «cesto de la calidez» en tu salón: un cesto de plaids con el que cubrirte mientras ves una serie de televisión por la noche. Elige texturas suaves como el terciopelo, el forro polar o el algodón.
- Aprovecha el calor del horno. Después de cocinar un guiso o un pollo, no cierres el horno inmediatamente. Deja la puerta entreabierta y el calor residual calentará la cocina. Y lo que es más importante, asegúrate de que no haya niños ni animales domésticos cerca de la cocina.
- Aísla el suelo. Los huecos entre las tablas dejan pasar el frío, aunque el suelo sea perfecto. Sella los huecos, disponible en tiendas de construcción, o simplemente con una alfombra de lana. La lana es ideal para mantener el calor y regular la humedad de la habitación.
- Añade alfombras. Incluso una alfombra pequeña crea un «colchón térmico». Si tu suelo es de baldosas o laminado, ésta es una gran opción. Lo mejor es elegir alfombras de materiales naturales, no sólo son cálidas, sino que además aportan suavidad al interior.
- Cierra las cortinas por la noche. Hasta el 30% del calor se pierde por las ventanas, así que cuando se ponga el sol, cierra las cortinas. Mantenlas cerradas los días nublados y ábrelas los días soleados para que la luz del día «caliente» la habitación.
- Cierra la chimenea cuando no la uses. Incluso una chimenea inactiva puede ser una fuente de corrientes de aire. Si no la fumas, basta con colocar un cojín blando o una junta especial. También hay soluciones elegantes, como los tapones de fieltro de lana, que cortan el aire pero dejan una ventilación mínima.
- Sella las ventanas. Si sopla por debajo del marco, es una señal. Coge cinta selladora autoadhesiva o sellador de silicona y repasa las juntas. Son 15 minutos de trabajo y menos sensación de «viento en casa».
- Sella todos los huecos. No sólo las ventanas, sino también los conductos de ventilación, las campanas, las puertas y los enchufes de las paredes exteriores. Utilice espuma de calafateo, sellador de caucho o incluso silicona normal. Así reducirás la pérdida de calor y la llegada de insectos indeseados.
- Añade juntas a la puerta. Las corrientes de aire suelen venir de abajo. La solución son rollos de espuma, tiras de sellado o «serpientes» textiles bajo la puerta. Por cierto, una toalla vieja enrollada es una alternativa económica.
- Cuelga una cortina en la puerta. Si siempre hace frío en la puerta de entrada, cuelga una cortina gruesa con forro térmico o de terciopelo. No sólo detendrá el frío, sino que aportará elegancia al interior.
- Mantén las puertas cerradas. Una regla sencilla que funciona de verdad. No necesitas calentar toda la casa si sólo utilizas unas pocas habitaciones. Cierra las puertas y el calor se quedará donde tiene que estar.
- Utiliza un ventilador para distribuir el calor. Si tienes una chimenea o una estufa, coloca un pequeño ventilador cerca de la fuente de calor. Distribuye el aire caliente uniformemente por la habitación. Hay incluso ventiladores especiales para cocinas que funcionan sin electricidad, sólo con energía calorífica.
- Bombea las pilas. A veces las pilas sólo están medio calientes, con un escalofrío en la parte superior. Esto significa que allí se ha acumulado una burbuja de aire. La solución es purgar el aire, ya sea con una válvula o con una llave especial. Así, el calor se distribuirá uniformemente y la batería será más eficiente.
Cómo abrigarse sin gastar dinero
- La lámina detrás del radiador es un simple truco, refleja el calor en la habitación en lugar de que se pierda en la pared.
- Calcetines viejos y relleno – sellado casero bajo la puerta.
- Persianas térmicas o persianas romanas con aislamiento: pueden reducir la pérdida de calor hasta un 20%.
Un hogar cálido no es sólo cuestión de facturas, sino de sentirse cuidado. Un poco de creatividad, unas cuantas cositas y tu casa se convertirá en un auténtico capullo de confort, porque el calor no es un lujo, es una forma de quererse a uno mismo y a su espacio.
